domingo, 29 de noviembre de 2009

Reporte de lectura

CAPIOTULO 16 La prinsesa y las imitadoras Lo mismo es un efecto colateral de la posesión rumiaba Scarlet en el pasillo camino asu taquilla. No eran exactamente almas gemelas, pero no habia duda de cada vez se sentian mas comodos juntos. Scarlet salio del aula hasia la clase degimnasia recapasitado sobre si no estaria involucrandose demasiado. Aunque ideada para salvar la brecha entre el cuerpo estudiantil, lo sierto era que solo conseguia agrabar el sentimiento de ineptidudterminal el lo que al cuerpo de los estudiantes se referia. En ese instante, Scarlet emergío de el gimnasio y los vio discutir. Se escabullo a la buelta de la esquina para poder obserbarlos sin poder ser vista. CAPITULO 17 Mientras que tú no estabas. A estas alturas los demas los denas se habian colocado ala espalda de Pam y escuchaban la conbersasión de brazos cruzados y con las sejas lebantadas. P uede que aveses sea una mandona pero al menos sabemos de que lado esta dijo Coco con tono recordante. Aquella noche la calle paresia ester llena de charcos despues que un chaparron de media tarde dejara su inpronta en medio de el exterior de el Buzzarts Bay Teater. A ella le empezaba a recomer la culpa pero no pensaba volber a lado de Charlotte arrastrandose como un gusano. Pam obserbo desde lejos como Scarlet y Charlotte se reconsiliaban y supo que Charlotte habia buelto a elegir a Scarlet antes que ella y alos vivos antes que a los muertos. CAPITULO 18 Escogeme Era una terde lugabre y tormentosa y la sala de ensallos de la banda estaba preparada para el gran recitar de otoño Las grandes ocupaban todo lo grande y ancho de la sala de modo que apenas quedaba espasio para pesar. Los rqyos acompasados hasian bibrar los tambores en consonansia y los instrumentos de viento colocados como marionetas en sus frios y esteriles soportes repiqueaban al son de los truenos de la lejania. No me puedo creer que me allas hecho esto. Nunca se por donde bas a salir dijo y undio el dedo en el glaseado y se lo llebo a la boca. P or fortuna no tengo que elegir dijo el incondole el diente a el pastelillo.

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